San Martín de Porres
San Martín de Porres
Nacido: 9 de diciembre de 1579 en Lima, Perú
Fallecido: 3 de noviembre de 1639 (59 años) en Lima, Perú
Beatificado: 1837 por el papa Gregorio XVI
Canonizado: 6 de mayo de 1962, por el Papa Juan XXIII
Santuario principal: Basílica y Convento de Santo Domingo, Lima, Perú.
Día de fiesta: 3 de noviembre
Atributos: un perro, un gato, un pájaro y un ratón comiendo juntos de un mismo plato; una escoba, un crucifijo, un rosario, un corazón
Patrocinio: aquellos que buscan armonía racial, personas de color, estilistas, posaderos, lotería, ganadores de lotería, Perú, personas pobres, educación pública, salud pública, escuelas públicas, relaciones raciales, justicia social, escuelas estatales, televisión, México, Naval peruano Aviadores, Diócesis de Biloxi, Vietnam, Mississippi.
El hermano laico dominicano peruano San Martín de Porres Velázquez, O.P., nació el 9 de diciembre de 1579 en Lima, Perú, hijo de un noble español y un ex esclava negra.
Su padre abandonó a la familia dos años después del nacimiento de Martin, y vivieron en la pobreza. Su madre no podía permitirse el lujo de apoyarlo, por lo que fue enviado a la escuela primaria durante dos años y luego a un cirujano y barbero que le enseñó las artes médicas.
En ese momento, comenzó a pasar varias horas cada noche en oración, una práctica que continuó durante toda su vida.
Cuando era adolescente, Martin pidió a los dominicos del Priorato del Santo Rosario en Lima que lo admitieran como donado, un voluntario que realiza tareas en el monasterio a quien se le permite usar el hábito religioso y vivir en la comunidad.
En 1594, a la edad de 15 años, fue aceptado como sirviente por el Convento Dominicano del Santo Rosario en Lima. Sus deberes allí crecieron y se convirtió en el almonista, la persona que distribuye limosnas a los pobres.
Cuando era joven, la ley peruana prohíbe que los pueblos indígenas y los afrodescendientes se conviertan en miembros plenos de las órdenes religiosas.
Pero después de cumplir ocho años en el Santo Rosario, su Prior Juan de Lorenzana ignoró la ley y permitió que Martin llevara sus votos a la Tercera Orden de Santo Domingo.
No todos los hermanos estuvieron de acuerdo con la decisión de Lorenzana, y Martin fue llamado nombres como “un perro mulato”, y se burló de él por ser ilegítimo y ser descendiente de esclavos.
En 1603, a la edad de 24 años, Martin profesó sus votos como un hermano laico dominicano.
Como sanador, se atribuyeron varios milagros a Martin. A los 34 años fue puesto a cargo de la enfermería, un puesto que ocuparía por el resto de su vida.
Martin predicó a personas de todos los estados, desde esclavos recién llegados hasta la nobleza española. Se dice que un día un anciano que estaba casi desnudo y cubierto de úlceras le tendió la mano a Martin, quien le permitió dormir en su propia cama. Fue criticado por otro hermano laico, a quien respondió que la compasión es más importante que la limpieza.
Suplicaría limosna para los pobres y con frecuencia recolectaría suficiente para alimentar a más de 100 y distribuir dinero adicional a los necesitados.
En 1687 los terremotos sacudieron a Perú y siguió una epidemia de enfermedad. Sesenta de los frailes en el convento se enfermaron y fueron secuestrados en un área cerrada del convento.
Se dice que Martin pasó por las puertas cerradas para cuidarlos y trajo al convento a otras personas afectadas por la enfermedad. Cuando se le impidió traer más enfermos al convento, su hermana abrió su casa de campo al sufrimiento.
Martín de Porres era vegetariano. Se decía que tenía dones de levitación, bilocación, curas instantáneas y que podía comunicarse con los animales.
Y además de sus otros logros, Martin estableció un hogar en Lima para niños y huérfanos abandonados.
Martín de Porres murió a los 59 años el 3 de noviembre de 1639 en Lima, Perú. Su cuerpo fue enterrado en los terrenos del monasterio.
Se le atribuyeron tantos milagros que su cuerpo fue exhumado 25 años después de su muerte. Se descubrió que era incorrupto y tenía un aroma agradable.
En 1763, después de recibir varias cartas pidiendo la beatificación de Martin, el papa Clemente XIII afirmó las virtudes de Martín de Porres y lo declaró Venerable.
Martín de Porres fue beatificado el 29 de octubre de 1837. Fue canonizado santo por el Papa Juan XXIII el 6 de mayo de 1962.
